Chico Xavier, cuyo nombre completo era Francisco Cândido Xavier, fue un destacado médium y filántropo brasileño, nacido el 2 de abril de 1910 en Pedro Leopoldo, Minas Gerais, y fallecido el 30 de junio de 2002. Es reconocido principalmente por su trabajo como médium, a través del cual dictó más de 450 libros, la mayoría de ellos bajo la supuesta influencia de espíritus.
Desde su infancia, Chico mostró habilidades mediúmnicas. A los 4 años, comenzó a tener visiones y a escuchar voces, lo que inicialmente le causó miedo e incomprensión, especialmente en su entorno religioso católico. A lo largo de su vida, estos dones espirituales se intensificaron y lo llevaron a adentrarse en el espiritismo, una doctrina filosófica y religiosa muy popular en Brasil, basada en la comunicación con los espíritus y la creencia en la vida después de la muerte.
Uno de los aspectos más fascinantes de Chico Xavier fue su capacidad para “psicografiar” libros completos, es decir, escribir mensajes que, según él, provenían de espíritus de personas fallecidas. Estas obras abarcaban una amplia variedad de géneros, desde novelas hasta mensajes de consuelo para las familias que habían perdido a sus seres queridos. Su primer libro, *Parnaso de Além-Túmulo* (1932), fue una colección de poemas que, según Chico, fueron dictados por poetas ya fallecidos.
A lo largo de su vida, Chico Xavier se convirtió en un símbolo de compasión y caridad. Gran parte de los beneficios obtenidos por sus libros fueron donados a obras benéficas, y él vivió una vida modesta, siempre enfocada en ayudar a los demás. A pesar de las controversias y críticas que su obra suscitó, especialmente por parte de algunos sectores de la ciencia y la religión, Chico gozó de una gran popularidad en Brasil. Incluso, fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en 1981, en reconocimiento a su labor humanitaria.
Uno de los eventos más conmovedores de su vida ocurrió en 1979, durante el juicio de un joven acusado de matar accidentalmente a un amigo. La madre de la víctima presentó una carta psicografiada por Chico, que supuestamente había sido escrita por su hijo fallecido, perdonando al acusado. Esta carta fue clave en el juicio y contribuyó a la absolución del joven, lo que aumentó aún más la fama de Chico Xavier.
Chico falleció en 2002, exactamente el día en que Brasil ganó la Copa del Mundo de Fútbol, un detalle que él mismo había predicho, ya que deseaba morir en un día en que su pueblo estuviera feliz. Hasta hoy, sigue siendo una figura muy respetada en Brasil, y su legado espiritual y humanitario sigue vivo a través de sus libros y las personas que ayudó durante su vida.
Músicas en homenaje al médium (en portugués):
Homem de fé
Cisco de Deus
Chico Xavier